Siempre me llama la atención como se dice que no hay plata para hacer A, al día siguiente gastan millones en B y mucha gente demasiado ingenua, sigue convencida de que no hay plata.

Las prioridades deberían ser salud (para mantenernos vivos), trabajo (para que nadie pase hambre) y educación, que como prioridad va última, pero es indispensable para mejorar las dos primeras.

Una jornada laboral de 6 horas (o hasta los 30 años) favorecería la educación, la salud emocional y evitaría que la gente quede tan abatida que tenga que ahogar su resignación mirando a Tinelli.

En cuanto a Justicia y Seguridad, creo que hay un interés obvio en su ineficiencia. Abogados, peritos, escribanos, empresas de seguridad, etc., todos necesitan crear conflictividad para sobrevivir. Debería fijarse un precio por cada X personas.

Los gastos no relacionados con las tres primeras (u otros que no sean indispensables para esos) deberán ser anulados, caiga quien caiga.